domingo, 15 de diciembre de 2013

The Hobbit 2: Épica pero no tanto

Me resulta complicado criticar una película de El Hobbit. En parte porque son muy episódicas, dividiendo la travesía en varios puntos que contienen sus propias historias; y en parte porque soy un fanático de la saga de El Señor de los Anillos y me cuesta ser imparcial. Aún así, voy a darle un intento.

Seguimos la historia de Bilbo y los 13 enanos con La Desolación de Smaug. Gandalf se separa del grupo para descubrir qué es lo que sucede con el misterioso nigromante mientras Bilbo, Thorin y el resto de los enanos pasan por bosques encantados, reinos de elfos y tierras humanas, peleando contra hordas de orcos, para alcanzar la Montaña Solitaria y la Piedra del Arca, la cual está protegida por el temible dragón Smaug.

Sin necesidad de preámbulos, Bilbo comienza en seguida a demostrar el coraje que consiguió en la primera película y a probar la valía que Gandalf tanto veía en él. Se lo ve como un personaje mucho más activo y decidido. Sin embargo, el Anillo comienza a ser un pesar para él. Lo mantiene escondido de sus compañeros y saca de él la parte más agresiva y codiciosa. Al punto que Bilbo encuentra razones para no abusar de su poder.


Thorin Escudo de Roble también brilla en esta película al tener que lidiar con su propia impaciencia y ambición. A veces parece ocupar el lugar que ocupaba Aragorn como líder, pero a diferencia del incorruptible hijo de Arathorn, Thorin se deja llevar por su propia desesperación, despreciando el apoyo y la vida de sus compañeros en favor de su misión. En ese sentido, a veces parece resonar mucho más a Boromir que a Aragorn. 

La reintroducción de Legolas puede parecer innecesaria para algunos, pero la realidad es que este Legolas no es el mismo elfo de la saga de El Señor de los Anillos, sino que parece ser mucho más precipitado, prejuicioso y terco, sugiriendo que se provocará un cambio en su vida que lo lleve a ser como nosotros lo recordamos, lo cual genera bastante interés.

La película arranca con mucho expectativa y promete bastante pero su ritmo empieza a decaer pasado el punto medio, cuando los enanos llegan a La Ciudad del Lago, una ciudad mercantil humana cuyos habitantes cayeron en la pobreza por culpa de un amo sumamente codicioso, pomposo y arrogante (interpretado por Stephen Fry). El amo es una figura caricaturesca sin ningún tipo de profundidad que resume su personalidad en una línea de diálogo en la que explica que le molesta que la gente se queje tanto de que no haya trabajo ni comida. Su introducción es molesta y se ve más como una pérdida de tiempo que otra cosa.



La Desolación de Smaug tiene un tono mucho más liviano que sus predecesoras, posiblemente por causa de que El Hobbit es un libro más orientado a la literatura infantil. Sin embargo, la película parece no decidirse entre ser una aventura para chicos y una historia épica y dura como El Señor de los Anillos.

Es interesante el personaje de Tauriel, interpretada por Evangeline Lily, una elfa silvana que persigue a los enanos con el fin de ayudarlos (ignorando las órdenes de su rey). Tauriel es una gran luchadora con un gran corazón y es capaz de ver más allá del claustro en el que viven los elfos del bosque. Sin embargo, se ve atrapada en un triángulo amoroso entre Legolas y Kili, uno de los enanos, que puede parecer simpático pero se resuelve con la misma rapidez y sencillez con la que surge.

El personaje de Kili agrega en un elemento dramático a la película que está bien usado, pero parece exagerado que Tauriel lo persiga para ayudarlo cuando no hicieron otra cosa que compartir historias de la madre del enano cuando él era un prsionero de los elfos. Parece, nada más y nada menos, que una relación de manual y un intento desesperado de traer más drama.

Hay problemas que son típicos de precuela. Hay mucho suspenso que se apoya en el misterio de la resurrección de Sauron y en la naturaleza del Anillo que afecta poco a la audiencia por el simple hecho de que esta ya sabe qué va a pasar con Sauron y con el Anillo.



La escenas de lucha y los paisajes son espectaculares y agregan mucha emoción pero no puedo evitar pensar cuánto de eso es un estiramiento para que el contenido de un solo libro alcance tres películas de dos horas y media. Cuando algo se estira, tiende a volverse más delgado y menos estable.

Hay tantas historias secundarias partiendo de la historia principal que a veces la atención en lo que es verdaderamente importante queda dispersa y el interés de la audiencia depende exclusivamente de que en ese momento le estén mostrando el personaje que les gusta. Resulta difícil darle el peso debido a todo sin hacer de la película algo demasiado pesado. 

Hay que mencionar también al personaje de Bardo (Luke Evans), un barquero que ayuda a los enanos a entrar en la Ciudad del Lago. Todo lo que involucra a Bardo es significativamente menos interesante que lo que ocurre con los enanos, pese a que la película trata de resaltar que su personaje es importante por ser heredero del único hombre que logró herir a Smaug.

Con frecuencia sucede que la película recurre a ciertos clichés pero les da una vuelta interesante mucho después. Uno espera que Bardo apoye a los enanos una vez que descubre quién es Thorin Escudo de Roble, pero pasa exactamente lo contrario: Intenta detenerlos por miedo a que despierten a Smaug y que su furia recaiga en la Ciudad del Lago.

Pese a que Smaug, cuya voz la provee Benedict Cumberbatch, es un antagonista interesante y sencillo en sus motivaciones (codicia, prepotencia, crueldad), la pelea final se queda corta. El ritmo de la película exigía una resolución más épica o más inteligente, pero decae una vez más, culminando en una falta de resolución, esfuerzos sin recompensa y un final tan abierto que es doloroso de ver.



La Desolación de Smaug es interesante, es cómica y despierta el sentido de la aventura en todo el que se dedique a verla. Sin embargo, no estoy seguro de que pueda recomendarla a nadie que no sea un fanático de este tipo de películas. Es un paso necesario hacia la conclusión de la trilogía, pero no parece sostenerse muy bien como película por su cuenta. Definitivamente no supera los logros de Un Viaje Inesperado y es la primera película de estas dos sagas que termina sin una concluión. No es una mala película, pero sólo puede apreciarse en relación a lo que vino antes y lo que vendrá después.

PUNTUACIÓN: 6/10



Bilbo: I was going to tell you. I found something in the goblin tunnels.
Gandalf: Found what? What did you find?
Bilbo: ...My courage.

sábado, 7 de diciembre de 2013

En Llamas: ¿Se reivindica una saga?

Que quede claro que la siguiente crítica es pura y exclusivamente de la película Catching Fire de Francis Lawrence y no de su contraparte literaria escrita por Suzanne Collins.

Se dice que las segundas partes nunca son buenas y no son más que un desesperado intento de hacer plata, aprovechando el interés popular de una película anterior. Heme aquí, sorprendido, a punto de elogiar varios puntos fuertes de la secuela de una película que se ganó mi rechazo.

Catching Fire es la segunda parte de la trilogía de The Hunger Games. Esta vez, la ganadora de los Juegos del Hambre número 74, Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) tiene que enfrentarse a la fama y a la exposición que el Capitolio le impone mientras se convierte, sin quererlo, en una figura de rebeldía y esperanza en los ojos de la gente de los doce distritos.

Katniss no se siente como una heroína, sino como una chica que simplemente quiso sobrevivir, pero sus acciones generaron una grieta en el gobierno y la rebelión es incontrolable. De a poco, Everdeen se da cuenta de lo que la victoria le costó y de cómo está minando el bienestar de su familia, de Peeta (Josh Hutcherson) y de su amante, Gale. El presidente Snow está más que dispuesto a eliminarla y forzarla a competir nuevamente en Los Juegos del Hambre, contra los vencedores anteriores, parece ser la mejor manera.


Pese al buen recibimiento y a las buenas críticas de las que gozó, jamás creí que The Hunger Games fuera una buena película. Plantea un gobierno que remite a sistemas totalitarios y capitalistas sólo en apariencia y en la superficie y sin demasiada lógica detrás; crea un drama artificial sin preocuparse por darle profundidad a sus personajes o generar interés en ellos y sigue las andanzas de una heroína poco simpática cuya única motivación es sobrevivir, planteando una pregunta cuya respuesta se sabe sin mirar la película.

Por "simpático" no me refiero a un personaje agradable, sino a un personaje que genera simpatía, un personaje con el cual la audiencia puede comprender y compartir sus ansiedades y conflictos y que pone a los espectadores en una situación de auténtica preocupación por su devenir.

Las pobres motivaciones y falsos conflictos parecen encontrar arreglo en Catching Fire. De repente vemos a una Katniss que sufre, y sufre mucho más que "porque es pobre y vive en un sistema totalitario". Katniss sufre porque se da cuenta de que no es libre. No es libre de amar a quien quiera y tiene siempre que estarse cuidando de que su familia no sufra las consecuencias de su ultraje. No es libre de los asesinatos que ella cometió y que la siguen acechando. No es libre de ser quien es y para siempre será forzada a ser quien la audiencia quiere que ella sea. Señoras y señores, eso es drama y eso es conflicto.


En los años que pasaron desde la primera entrega de esta saga, tanto Katniss como Peeta crecieron en  personalidad. La señorita Everdeen sigue siendo tan fría y rebelde como lo era en un principio, pero ahora tiene razón para serlo. Toda la conspiración detrás del 75to Juegos del Hambre así como las duras represiones están únicamente destinadas a La Chica en Llamas, pero no es ella quien sufre las consecuencias. Eso es tortura psicológica en su mayor expresión.

A pesar de que esta película es un paso en la dirección correcta, no carece de varios (serios) problemas. Para empezar, la crítica a los sistemas capitalistas totalitarios y al uso de los medios para manipular el morbo y adormecer a la audiencia sigue quedándose en la superficie y en el sensacionalismo. Los personajes se desenvuelven en un sistema tan "flashero" que la crítica misma se pierde. Los personajes son producto de un mundo totalmente ajeno al nuestro y responden a él con su lógica, no necesariamente con la nuestra. Hay una lejanía entre el mundo real y el mundo de Suzanne Collins que evita que la audiencia piense "quizás nosotros vivimos una realidad similar". Eso se trata de combatir utilizando palabras que suenan terroríficas como "miedo", "represión", "hambre" pero sin un verdadero análisis de por qué la situación se da así.


Sin menospreciar la actuación del gran Donald Sutherland, la villanía del presidente Snow es muy caricaturesca. Un antagonista que se digna a decir algo como "el miedo no funciona contra ellos porque tienen esperanza", es un antagonista destinado a ser unidimensional, a no tener ningún tipo de profundidad, robándole así a la película de un nivel de conflicto más alto. Es el típico "soy malo porque soy malo".

El triángulo amoroso entre Katniss, Peeta y Gale es muy acertado y genera mucho interés. Katniss quiere estar con Gale, pero tiene que estar con Peeta por el bien de la gente de su distrito. Se nota la confusión de Peeta y su interés por acercarse a Katniss, pero su relación, muy clara al principio, se desdibuja a medida que se acerca al final, y se convierte en una relación de manual, en una pareja que existe porque es la pareja con más tiempo de cámara.

Un gran acierto fue la introducción de otros tributos. En la primer película, con la excepción de Rue, los otros tributos no generaban mucho interés ni eran dignos de recuerdo. Ahora varios de ellos reciben más diálogo, más tiempo y presentan personalidades más interesantes, causando que nos preguntemos con mucha más facilidad quién va a sobrevivir y quién no. Vale la pena mencionar a Johanna Mason, el personaje de la genial Jena Malone, quien (a mi parecer) se robó la película.


Philip Seymour Hoffman aparece como Plutarch Heavensbee, el Vigilador Jefe con un aire de misterio a su alrededor, en una actuación que parece casual y no tan memorable para un actor como él. Woody Harrelson retoma su papel del mentor Haymitch Abernathy, reteniendo el carisma que mostró anteriormente, y Elizabeth Banks, Lenny Kravitz y Stanley Tucci regresan para darle algo de color a la película pero no para ofrecer mucho más.

Por muy bien logrados que sean los éxitos de Catching Fire, lamentablemente deben enfrentarse a un ritmo sumamente caótico, escenas con diálogo tirado rápidamente, sin interés o extremadamente expositivo en términos de los sentimientos de los personajes, y un final cruelmente abrupto y trillado, en el cual lo más interesante es dicho pero no mostrado. Los tributos que tanto interés generaron en la audiencia son completamente olvidados en el tercer acto y el gran giro del final en el que se revela la naturaleza de Heavensbee resultará obvio para algunos y poco creíble para otros.

Reitero: Catching Fire es un paso en la dirección correcta. Pero por cada logro, hay otros nuevos errores que solucionar. El ritmo apresurado y la aparente desesperación a la hora de generar drama juegan en contra, pero una mayor dedicación a la interioridad de los personajes nos da la esperanza de que Mockingjay supere a sus predecesoras.

PUNTUACIÓN: 5/10



Presidente Snow: "She's not who they think she is. She just wants to save her skin. As simple as that."

lunes, 25 de noviembre de 2013

Idealismo, Ego y El Quinto Poder

Hay que tener un grado de locura para llegar a la grandeza, para vencer los estándares, para enfrentarse a gigantes y mantenerse vivo. Esa es nuestra imagen de los genios de hoy en día. Sheldon Cooper, la versión cinematográfica de Mark Zuckerberg... y ahora Julian Assange.

La dominación mundial está algo trillada. Los antagonistas de hoy son algo más profundos, están más interesados en valores absolutos y puritanos, pero con frecuencia por razones equivocadas. Son más que tipos malos. Son hombres que quieren cambiar el mundo y (¿Por qué no?) reconstruirlo a su manera. Es dramático cuando el bien se enfrenta al mal, pero nada hay más conflictivo que dos formas del mismo bien.

The Fifth Estate cuenta la historia del gigante de la información WikiLeaks y su fundador Julian Assange, desde la perspectiva de su socio más cercano, Daniel Berg. Interesado por el activismo social y con un buen manejo de informática, Daniel entabla relación con Assange, un hacker que fundó un sitio que revela información confidencial y construido con el propósito de defender a los informantes de las posibles represalias.

Assange aparece como una figura mesiánica con perfecta claridad de cómo funciona la información hoy en día pero sin mucha idea de cómo funciona la gente normal, más que en respecto a sus impulsos básicos como el miedo y la seguridad. Berg aparece como la persona que puede ayudar a Assange a expandir su sitio dado su idealismo inclemente y su compromiso incondicional.

Lo que Berg no se da cuenta es que está entrando en una constante guerra contra grandes grupos mediáticos y bancarios, titanes de la información y gobiernos agresivos. La información es poder y el poder tiene un costo, sobre todo cuando su frente está defendido sólo por dos hombres.


La película plantea ciertas preguntas éticas constantemente: ¿Qué vale más? ¿Una primicia o una vida? ¿Es lícito descubrir información confidencial de interés público cuando esa información puede llevar a represalias? ¿Vale la pena ser martirizado por conseguir transparencia?

Pese a la pesadez de estas cuestiones, la película no baja línea al respecto. Simplemente muestra a dos hombres con la misma motivación y el mismo objetivo pero con dos personalidades y formas de actuar distintas. La cuestión de si el riesgo de la exposición de información sensible estuvo justificado o no se deja a interpretación del espectador.

El actor inglés Benedict Cumberbatch hace un excelente trabajo interpretando a Julian Assange y caracterizandolo como un hombre talentoso e idealista que hace rato sacrificó su humanidad y sus relaciones en favor de sus ideales del mundo. El alemán Daniel Brühl interpreta a Berg como un joven buscando la autorrealización através del activismo online, hipnotizado y atraído a la fuerte figura de Assange, quién combate a titanes por su cuenta.

La transformación de Assange en un antagonista es progresiva y está tan bien trabajada que llega un punto en el que la audiencia descubre que el egocentrismo del personaje estuvo siempre ahí, sólo que tiene una luz distinta al principio y al final. De a poco se van dando indicios de su paranoia, de sus traumas y de su imposibilidad de confiar en otra persona que no sea él. Si la información es poder, entonces irremediablemente corrompe, y los efectos son mucho más nocivos si se aplican a una sóla persona.


Como todo buen antagonista, Assange no cambia y no está dispuesto a cambiar para hacer lo correcto. Se mantiene firme y sin compromisos frente a la adversidad. Berg, en cambio, es quién atempera las fuerzas con las que se rodea, quien busca la conciliación y el bien común sin perder de vista su objetivo.

Laura Linney y Stanley Tucci aparecen como dos funcionarios del gobierno estadounidense que se ven directamente afectados por la información revelada por WikiLeaks y se ven obligados a iniciar una campaña de desprestigio contra Assange. Estos personajes, si bien no aparecen con mucha frecuencia, equilibran la balanza, dando a conocer el efecto interno que la información revelada generó en el gobierno y la fuerza con la que impactó, llevando a muchos a la desesperación.

La temática de la confianza en otros contra el ego se establece en un paralelismo entre los dos personajes, dado que Assange está acosado por una traición de su pasado y Berg no está dispuesto a abandonar a la gente que tiene al lado o a dejar desprotegidas a sus fuentes por conseguir una primicia.

Así como ambas figuras, como caras de una misma moneda, buscan la transparencia de las organizaciones masivas, en lo personal buscan sentirse realizados. Sin embargo, eso significa algo distinto para ambos: Assange busca convertirse en una figura fuerte, un coloso de la información que se enfrenta a organizaciones por su cuenta. Berg, en cambio, busca ser un héroe anónimo, un hombre que cambie el paradigma de cómo se distribuye y lee la información en el siglo XXI, y sabe que no puede lograrlo sin la colaboración de los medios masivos.


A menudo la película recurre a paralelismos y simbologías visuales para dar a entender los conflictos internos de los personajes y el poder de WikiLeaks como organización. Pese a que sólo hay dos personas detrás, muchas veces se la muestra representada como una oficina con cientos de computadoras operando con rapidez y eficacia.

El manejo de la información que se revela a la audiencia y las actuaciones son brillantes. La cinematografía está más que bien utilizada, obligando a la gente a adentrarse en el poderoso lado oscuro de la informática y ayudando a relatar la historia con buenos usos de un estilo tecnológico. Ojos muy atentos notarán que The Fifth Estate tiene una premisa similar a otra gran película, The Social Network. Es la historia de dos hombres que buscan dejar un gran legado, pero en su camino, el ego choca contra el idealismo.

PUNTUACIÓN: 9/10



Julian Assange: "Man is least himself when he talks in his own person but if you give him a mask, he will tell you the truth."

Volver Al Futuro ocurre en un mundo sin Ley

 Recientemente estaba mirando Volver al Futuro y me di cuenta de algo shockeante.

Permítanme comenzar diciendo que yo soy un fanático empedernido de la trilogía de Volver al Futuro. El propósito de mi vida cuando tenía seis años era ser exactamente como Marty McFly y manejar un DeLorean. Lamentablemente, ahora que estoy a mediados de mis veinte, me parezco mucho más a George McFly... y me refiero al George de 1955, no al George copado, novelista y ricachón de 1985.

Pues, aprovechando un sábado a la mañana, me puse a ver la primera de una de las trilogías que cimentaron mi amor incandescente por el cine y llegué a una idea que da miedo: ¡Volver al Futuro sucede en un universo donde la Ley no se aplica!

Y no me refiero a las leyes de la física, me refiero a que no hay una fuerza policíaca efectiva en ninguna parte. Puedo enumerar varios crímenes que los personajes cometen que debería merecerles una multa o una noche en la comisaría, por lo menos.

Acá van algunos ejemplos:

1) Marty se roba una patineta.


Sí, la devuelve. Pero si yo fuera el chico a quien se la robó, estaría llamando a la policía mucho antes de que Biff choque contra el camión de estiercol ¿Cómo nadie frenó a Marty cuando levanta a un nene para llevarse su patineta para evitar una pelea que él mismo empezó?

Aparte, la patineta flotante también la robó y nunca la devolvió.

2) Biff maneja por encima de una plaza.

No soy el mejor conductor. La gente que viaja en un auto conmigo da fe ni bien se les va la parálisis por el miedo. Pero estoy casi seguro de que va contra la ley manejar por encima de la plaza. Es más, estoy casi seguro de que va contra la ley manejar fuera de la calle. Esta bien que Biff estaba cegado por la ira, pero ¿Desde cuándo eso es una excusa?

3) George no paga su chocolatada.


Justo antes de intentar invitar a salir a Lorraine, George pide una chocolatada para subirse el ánimo. Sin mencionar que sólo toma un sorbo del vaso, George nunca pagó por ese trago. Es más fácil pensar que aprovechó la confusión por la persecusión de Biff y Marty y se escapó como el criminal que es.

4) El padre de Lorraine atropella a Marty y a George.

Pese a que fue un accidente, consideremos que cualquiera de los dos podría haber presentado cargos. Y Estados Unidos es la nación más litigante del mundo.

5) Chuck Berry plagió una canción.

Técnicamente, Chuck Berry compuso Johnny B. Goode. Pero también, técnicamente, él no la inventaría por otros tres años, así que la escuchó interpretada por un chico en un baile escolar y la copió con la misma exactitud. A eso yo le digo "plagio".

6) Marty irrumpe en la casa de George.


Cuando Marty entra en el cuarto de George disfrazado como "Darth Vader del planeta Vulcan" para forzarlo a invitar a Lorraine o le derretiría el cerebro, lo que está pasando es que alguien entró en una casa ajena durante la noche sin aviso ni invitación. Eso es un crímen. Además, George seguramente no vivía solo, alguien tendría que haberse dado cuenta que un loco con un traje anti radiación está entrando en su casa. Y si los McFly apoyan la Segunda Enmienda ("todos los ciudadanos estadounidenses tienen derecho a portar armas"), George estaba en su derecho de volarle los sesos a Marty.

7) La pandilla de Biff encierra a Marty en un baúl.

Eso es prácticamente un secuestro.

8) Biff trata de violar a Lorraine.

Lamento arruinarles la infancia, pero sí, eso es exactamente lo que estaba pasando. Y sólo con el intento, Biff tendría que haber terminado en la cárcel.

9) El Doc soborna a un policía.

Cuando Doc está armando todo el artifundio para atrapar el rayo y llevar a Marty a 1985, un policía pasa por ahí y le pregunta si a Doc si tiene un permiso para realizar su experimento. Doc dice que sí y enseguida saca su billetera. La toma termina ahí y podríamos asumir que tenía el permiso doblado y guardado en su billetera. También podemos asumir que sacó su billetera para sacar plata y dado que parece que no hay ley en este mundo que nos presenta Robert Zemeckis, yo voy a creer que eso es lo que pasó.

10) El Doc le roba plutonio a unos terroristas.

Aparte de que es prácticamente una sentencia de muerte, es un robo de un objeto que nadie debería tener para su uso personal. Y como dice Homero Simpson después de robarse el segundo premio de un concurso, "robar es malo".

11) El Doc hace experimentos por su cuenta con plutonio.

Eso tiene que ser ilegal. Sin mencional nocivo y peligroso para todo Hill Valley.

12) El Doc hace experimentos con animales.

Doc prueba la máquina del tiempo con Einstein, su perro ¿Qué hubiera pasado si la máquina no volvía? El pobre perro hubiera quedado perdido por toda la eternidad en una especie de vacío temporal. No entiendo como PETA no lo denunció en seguida.

13) Terroristas libios asesinan al Doc.

No hace falta explicarlo.

14) George soluciona todo con violencia.

Una vez que George encuentra la confianza en sí mismo para enfrentarse a Biff y salvar al amor de su vida, empieza a solucionar todos sus problemas golpeando y empujando a la gente, como el pibe que quiso bailar con Lorraine. Eso no puede ser sano y debe traerle problemas en algún punto.

15) Exceso de velocidad


El DeLorean tiene que viajar a 88 millas por hora para viajar en el tiempo. 88 millas por hora son 141 km por hora  ¡Marty está manejando un auto a 141 km por hora en una calle de adentro!

Eso encontré y seguro hay mucho más. Si encontraron faltan legales en las películas que quieren denunciar, son más que bienvenidas en los comentarios.

¡Saludos!

Un Camino Hacia Mí: Introspección Bien Hecha

Hay una razón por la cual la gente que sabe de cine y la gente que finge saber de cine se vuelve loca cuando ve una película que tuvo su premiere en el festival de Sundance: ¡Esas películas son buenas! La única diferencia es que sólo uno de esos grupos vieron la película realmente.



Un Camino Hacia Mí (The Way Way Back) cuenta la historia del catorceañero Duncan, interpretado por Liam James, un actor conocido por la gente que mira la serie de AMC The Killing o por los que realmente estaban prestando atención cuando miraban Alien Vs Depredador: Requiem. Duncan tiene que pasar sus vacaciones de verano con su madre, el novio de su madre y su hija y, peor todavía, lejos de su padre.

"¿Cómo te ves, del 1 al 10? Yo creo que sos un 3". Con esa simple frase se establece una compleja relación entre Duncan y Trent (Steve Carell), el novio de su madre, y se marca un punto de partida muy bajo para el viaje del protagonista, del cual tendrá que remontar si quiere conseguir paz consigo mismo.

Como una pequeñísima vía de escape de su infierno personal, Duncan encuentra consuelo en un grupo de inadaptados que trabajan en un parque acuático, entre ellos el relajado y casi mitómano Owen (Sam Rockwell), y en Susanna (AnnaSophia Robb), la vecina que parece ser más inteligente que la gente a su alrededor.


Dado que esta es una película muy centrada en los personajes y presenta un gran grupo de actores conocidos, como Steve Carell, Toni Collette, Allison Janney, Maya Rudolph, Robb Corddry y Amanda Peet, se puede juzgar su valor a partir de lo que cada personaje aporta.

Liam James hace un excelente trabajo como el introvertido Duncan, cuyos problemas familiares le imposibilitan relacionarse con la gente o ver el valor de su propia vida o de cómo él influye en la gente a su alrededor. Ahí es donde entra Susanna, la típica "chica de al lado" que es hermosa, prefiere llevar un libro a la playa antes que nadar y no entiende cómo la gente con la que convive puede ser tan superficial o cómo pueden reírse y fingir que todo anda bien cuando es clara la apatía que los invade.

Es raro ver a Steve Carell en el papel del antagonista pero, para sorpresa de pocos, lo logra, lo hace creíble y lo hace bien. Carell interpreta a Trent, el novio de la madre de Duncan, quien está determinado a que las vacaciones sean positivas y a que los unan como familia, pese a que su afición por las reglas, su actitud pasivo-agresiva y su hipocresía lo alejan más y más de Duncan.

Toni Collette, la mujer capaz de aumetar o disminuir 20 años con un solo cambio de peinado, interpreta a Pam, la madre de Duncan. Pam está completamente despistada y parece no entender por qué Duncan es tan arisco, tan cerrado y por qué no puede sonreír por una vez. Sin embargo, su principal conflicto es que sí entiende todo eso y no sabe qué hacer al respecto.

Hay que aclarar que Sam Rockwell se roba la película. La combinación de chistes inteligentes, actitudes irreverentes y diálogo apresurado lo convierten en el personaje que la gente va a estar extrañando en cada escena en la que no esté. Con todo y eso, su personaje no se limita a ser el que reduce el tono dramático, sino que está cargado de su propia historia de por qué no obedece las reglas,  de su propio conflicto al buscar la atención de su compañera de trabajo, Caitlyn (Maya Rudolph) y de una relación de "hermano mayor/hermano menor" que establece con Duncan.

El paralelismo que se establece entre los personajes mayores y los jóvenes es muy fuerte. Parece ser que los adultos se comportan con insensatez, falsa modestia y apatía cuando dejan sus trabajos y sus reglas, como desesperadamente intentando alejar las frustraciones de no ser lo que ansiaban a ser una vez. Los jóvenes, en cambio, son directos al punto de ser sardónicos. Entienden lo que pasa mejor que los adultos y lo asimilan con la madurez y la honestidad brutal que temen los adultos. Ven detrás de las máscaras y se cansan de las excusas y compromisos de sus padres. El personaje de Rockwell se convierte en el mejor puente entre la juventud y la adultez por estar en el medio y por encarnar a un personaje que, teniendo responsabilidades, no deja ir a su niño interior. Eso lo hace enternecedor.

Para ser un debut directoral, es un increíble gran paso que nos deja con ganas de ver de qué más serán capaces los talentosos Nat Faxon y Jim Rash, que ya se llevaron un Oscar a Mejor Guión Adaptado por The Descendants.  

Un Camino Hacia Mí es una excelente comedia dramática que tiene todo lo que necesita para satisfacer a la audiencia. Los personajes son simpáticos y sufren lo suficiente sin ser melodramáticos; hay una cantidad de humor muy satisfactoria sin desviar la atención del mensaje central y presenta un par de giros y cambios que quizás no sorprendan mucho, pero definitivamente van a maravillar.

PUNTUACIÓN: 10/10



Owen: "You gotta go your own way, and you, my friend, are going your own way"

Doble función de Sandra Bullock

Este finde me pegué una seguidilla de películas de una de las actrices que no entran en el top 10 de mis menos preferidas pero se está esforzando: Sandra Bullock. Aprovechando está situación agridulce, decidí hacer una doble función de crítica sobre sus últimas dos películas.

CHICAS ARMADAS Y PELIGROSAS (The Heat)


Fui a ver esta peli con un amigo... Ya no somos amigos.

La película es estándar en términos de las "Buddy Cop Movies" o las películas de dos policías que se odian pero tienen que trabajar juntos y terminan amigandose. Cuenta la historia de Sarah Ashburn, una agente del FBI extremadamente talentosa pero que tiene problemas para trabajar con otros por ser arrogante. Para poder conseguir una promoción accede mudarse de Nueva York a Boston y trabajar en un caso con la detective Shannon Mullins (Melissa McCarthy), una policía talentosa pero rebelde, malhablada y agresiva. Siendo una muy estructurada y la otra muy indisciplinada, tienen que trabajar juntas para arrestar a un narcotraficante.

Cuando de comedias se trata, Sandra Bullock es la reina de la vergüenza ajena. Todo su humor se basa en ella siendo golpeada o ella poniéndose voluntariamente en situaciones ridiculizantes (como el típico "tratar de ser sexy cuando no lo es"). No sólo eso, con frecuencia ella sacrifica la credibilidad de su personaje haciendo muecas y pausas que parecen decir "¡Ey, atentos todos! Estoy actuando".


McCarthy, quien es la parte más graciosa del dúo, es una mujer que nunca me pareció más graciosa que cualquier otra mujer gordita cayéndose de un carrito de golf en un video de youtube. Pese a que muchas veces la ponen a interpretar una mina agresiva (o por lo menos, molesta), tiene una cara tan buenita que me cuesta creerle como la mujer sufrida y endurecida por la vida que finge ser. Seguramente estemos bordeando el terreno de lo personal, pero cada vez que ella hacía una de sus puteadas elaboradas, sentía que ella estaba tratando simultáneamente de recordar el guión y de recordar cómo poner cara de mala.


Awww esa no es la cara de una rebelde.

Todos los personajes masculinos son pusilánimes o tarados machistas, casi resaltando la idea de que "las mujeres son tan buenas detectives como los hombres... tal vez incluso mejores" y dudo que la capacidad de las mujeres como oficiales se ponga en duda excepto por las mismas feministas que se apoyan en dichos argumentos.

No voy a negar que me reí en varias partes, pero las puteadas son graciosas en ciertos contextos. Tener un personaje que dice "fuck" en cada escena no quiere decir que eso haga de las escenas algo gracioso. Siento que toda la película es una gran preparación para un chiste que no llega y tratan de entretenerme mientras tanto con Bullock golpeándose con la puerta del auto o McCarthy haciendo una joda elaborada de lo chicas que son las bolas del capitán.

Las partes que sí son graciosas son inmediatamente aniquiladas por un comentario sobre el mismo chiste o una oportunidad para reforzar que el personaje de Bullock no es gracioso y necesita fingir que lo es para agradar.

Ejemplo:
BULLOCK: ¿Podrías cerrar la puerta cuando salgas?
MCCARTHY: Voy a cerrarte la puerta, cuando estés acostada aquí con la cabeza en la puerta. Y voy a darte 157 mil portazos.
PERSONAJE NEGRO ALEATORIO: Oh, nena, mejor que corras.

Esa última parte del diálogo sirve tanto como un hombre parado en una tarima con un megáfono gritando "ATENCIÓN: LA LÍNEA ANTERIOR FUE UN CHISTE. PUEDEN COMENZAR A REÍRSE."

Dentro de todo, la película es entretenida, no se la negaría a nadie que quiera gastar una hora y media al pedo, pero no propone nada nuevo (ni siquiera en términos del tipo de humor) más que "una Buddy Cop Movie pero con mujeres". Creo que la premisa es suficientemente estable como para explorar otras cosas y sorprender a la audiencia, pero la ejecución es tan obvia y repetida que no sorprende, y si el remate de un chiste no sorprende, no es gracioso.

PUNTUACIÓN: 4/10



GRAVEDAD (Gravity)


Pero como todo el mundo se merece una segunda oportunidad, y Bullock es muchísimo más tolerable en papeles dramáticos que en las bazofias que hace en Miss Simpatía y Two Weeks Notice y Miss Simpatía 2 y The Proposal y All About Steve, decidí ir a verla en Gravedad, convencido por el texto sobreimpreso que decía "dirigida por Alfonso Cuarón". Y no me arrepiento en absoluto.

Esta es la historia de la doctora Ryan Stone, una especialista enviada al espacio para arreglar el telescopio Hubble, cuando los escombros sueltos de una estación espacial la golpean (una situación inintencionalmente causada por los rusos, claramente) y la dejan a la deriva y sin posibilidad de volver a la Tierra.

Tenía mis dudas, en parte por lo poco que me mostró el trailer. Con una premisa tan sencilla, esperaba que se fuera a la mierda en cualquier instante. Esperaba que ella aterrizara en un planeta habitado por seres de piel verde que sólo pueden comunicarse cantando canciones de Nito Mestre en revesa o se metiera en un agujero negro y viajara en el tiempo hasta la Revolución Francesa. Esperaba también levantarme e irme del cine en medio de la película, pero debo decirlo:

Esta película es excelente.

No sólo es la fotografía increíble, sino también funcional al drama de la historia y a la intención de sumergir a la audiencia en la situación tan desesperante por la que pasa la protagonista. Los peligros que se avecinan reflejados en los cascos, los vidrios empañados por la respiración profunda, las tomas subjetivas, la inmensidad del espacio usado para generar impotencia e incluso claustrofobia, todo fue increíble.


Remarco una toma en particular en la que la doctora Stone, en la seguridad de una estación espacial inmóvil, recae en una posición fetal flotante, haciéndola parecer un bebé todavía no nacido, culminando en una escena que comenzó con mucho suspenso y terminó siendo hermosa. Todo esto sacando el hecho de que Bullock con el pelo corto se parece a Michael Jackson.


Preparándose para cantar "Earth Song".

George Clooney hace un buen trabajo como mentor, pese a la poca relación que tiene con el personaje de Bullock, y hace un muy buen trabajo de mostrarnos un personaje interesante con pocas líneas. El diálogo es justo, no es demasiado expositivo, y muestra muy bien la necesidad de Stone de reasegurarse y buscar contacto.

La película parece corta pero dura lo que tiene que durar. El drama genera simpatía y es lo suficientemente intenso como para proponer una situación que nos hace decir "¿Lo irá a lograr?" La sensación de peligro se logra en seguida con un texto que nos anuncia que "la vida en el espacio es imposible."


Mi única crítica negativa está relacionada a la música. Si bien es motivadora, está bien usada y refuerza la emocionalidad de la protagonista, me parece que puede ser excesiva para una película en la cual uno de los temas es el silencio. Sin decir que fue un error, me hubiera interesado ver cómo se desarrollaría la historia sin mñusica de fondo, en silencio casi absoluto.

Recomiendo irla a ver, sobre todo en 3D. No tiene ningún desperdicio, pese a que no apareció Alf en ningún momento.

PUNTUACIÓN: 9/10


Bajando línea con Elysium



Volvimos a las películas de ciencia ficción que sólo tienen para ofrecer figuritas fuertes del mundo del entretenimiento, un par de muertes que no generan simpatía y tecnicismos absurdos que tienen poco sentido o poco nos importan ¿Cuándo nos fuimos de este criterio? No tengo idea.

Pensé que después de After Earth ya no teníamos excusas para que las películas de ciencia ficción modernas estuvieran debajo de las 3 estrellas, pero ahí vino Jodie Foster a probarme que alguien puede actuar sin motivación si se lo propone.

Esta vez tenemos a Elysium, la última película de Neill Blomkamp, el director con posiblemente el nombre más gracioso desde M. Night Shamalamalán. Cuenta la historia de que en el futuro la Tierra está tan llena de basura y pobreza que los millonarios deciden construir una fortaleza espacial llamada Elysium (porque los nombres en griego y en latín son más redituables) para escaparse del planeta y vivir cómodamente en un mundo sin enfermedades.

Lo seguimos a Max Da Costa (Matt Damon), un ex-convicto terrícola que, después de un accidente que lo deja altamente irradiado, tiene que encontrar la manera de llegar a Elysium antes de morir. Ah, también aparece Jodie Foster por ahí gritando o diciendo cosas o anunciando que es lesbiana, no tengo idea. Lo único que entendí de su personaje es que es la mujer encargada de que los mexicanos no entren a Elysium. Suena a un chiste, pero no, todos los terrícolas son hispanos.

La actriz brasileña Alice Braga interpreta a Frey Santiago, la mejor amiga de Max, que tiene una hija enferma, básicamente retomando el rol que interpretó en Soy Leyenda.

Partamos de la base de que esta película hace lo que tiene que hacer... Ahora, por qué lo hace es otro tema. Esta película puede ser revolucionaria en el hecho de que nuestro héroe es normal pero son los antagonistas los que son los imbéciles. Estoy hablando principalmente del personaje de Sharlto Copley, el Agente Kruger, el principal villano. Kruger es un agente que trabaja para Elysium, cayó en la desgracia y tiene la oportunidad de recuperar su gloria si mata a Da Costa. De a poco, sin embargo, su sed de sangre y su codicia lo va llevando más lejos.

 

Parecería que los personajes de Foster y Copley no tienen más motivación para hacer lo que hacer que porque "son malos". Foster arranca un golpe de estado contra los directivos de Elysium para que no entren más terrícolas a Elysium, cosa que ya de por sí está prohibido ¿Hace falta el golpe de estado? ¿Hace falta escupirle a la cara a los que están en la Tierra, que ya de por sí se están cagando de hambre? Suena un poco desesperado ese recurso de hacer que odiemos a un personaje para que simpaticemos automáticamente con su contraparte más moralista.

Kruger, en cambio, es un tipo cuya única esperanza de ser copado a los ojos de la audiencia es que usa una katana. Por todo lo demás, es un chabón que habla en ruso (o algo por el estilo) y le copa hacer a la gente sentirse incómoda. Es un bully pero con armas, un flaco cuya uníca motivación es dispararle a los transeúntes ¿Esto es lo que se entiende por villanos terroríficos hoy en día? ¿Tipos que no hacen lo que les ordenan y minas que dicen cosas crípticas y palabras que suenan malas como "guerra" y "golpe de estado"?

El final es bastante obvio. La mayor sorpresa que me dio esta película fue el hecho de que TriStar sigue haciendo películas (la emoción que me dio ver al pegaso caminar por la pantalla no tiene nombre).

 

Así se vio



Así lo vi yo.

Una cosa más. Me suele molestar cuando un director me pasa su agenda a través de la película, pero los respeto mucho si lo hacen sin que yo me de cuenta. Este no es el caso de Elysium. Tenemos acá una historia sobre un grupo de hispanoparlantes que quieren "cruzar la frontera" para llegar al lugar donde hay bienestar, felicidad y medicina para todos.

Elysium tiene una historia interesante y plantea un futuro imaginable, pero más allá de eso, los puntos fuertes son clichés y el transcurso de la historia a veces se enfrenta a la falta de sentido. Es suficientemente entretenida como para mirar en un día de lluvia pero no lo suficiente como para cancelar una sesión de Call of Duty.

PUNTUACIÓN: 3/10



Max: "We're gonna break into the most heavily guarded place in the universe?"