jueves, 2 de octubre de 2014

Lucy en París con Superpoderes


Quiero querer a Luc Besson (por más que El Quinto Elemento es malísima). Es un tipo que tiene talento para los personajes y las imágenes. Tiende a tomar historias típicas y les da un giro interesante (como en Leon, una historia de un asesino que encuentra paz ayudando a una mujer, y el giro está en que la mujer tiene 12 años). Desgraciadamente, Besson no tiene talento para el diálogo o la sutileza.

Lucy (Scarlett Johansson) es una joven norteamericana de 25 años que está estudiando en Taipei y es convencida por su novio de llevar un cargamento de nuevas drogas a un capo mafia, el Sr. Jang (Choi Min-sik). Desgraciadamente, Jang la fuerza a llevar el cargamento a Europa, escondido dentro de su vientre. En el camino, la bolsa de drogas se rompe y ella absorbe una cantidad letal del químico, llevándola a una especie de estado de conciencia absoluta en el que su cerebro despierta casi el total de su potencial, llevándola a lograr actos inimaginables.

Me tiene un poco harto el tema del 10% de la capacidad cerebral. Es cierto que los humanos no usamos el 100%, pero no lo usamos todo a la vez. El cerebro se divide en muchas funciones y muchas inteligencias. Lucy llega a un punto en el que puede hacer literalmente todo y es difícil crear suspenso a partir de ahí.

-¿Querés un poco de conflicto, Lucy?
-No, estoy bien.

 
He aquí una lista de habilidades que Lucy adquiere gracias a esta nueva droga mágica:
-Ausencia de dolor
-Conocimiento del uso de armas, vehículos y tecnología a nivel experto
-Habilidad para acceder a la tecnología remotamente y a hacerla andar a altas velocidades
-Conciencia y control de la información transmitida por las celulas y las ondas electromagnéticas 
-Transformación de cualquier parte de su cuerpo a voluntad
-Telekinesis
-Conocimiento médico
-Habilidad para leer cualquier tipo de alfabeto y entender cualquier tipo de idioma
-Capacidad de ver todas las eras del tiempo simultáneamente
-Materialización de cualquier imagen u objeto
-Capacidad de noquear telepáticamente a cualquier persona
-Lectura veloz
-Conocimiento preciso de la fisionomía e historia de cualquier otro ser humano
Y mucho más...

Tranqui...
Cada tanto aparece Morgan Freeman como un científico de renombre exponiendo su hipótesis sobre qué pasaría si el ser humano adquiriera control sobre toda su capacidad cerebral. Puede sonar interesante al principio, pero la realidad es que se siente como estar presente en un simposio y, lamentablemente, esas escenas cortan el flujo de la historia de una manera que no es natural. Imaginen que están en una montaña rusa y esta se frena cada dos metros para que aparezca alguien y te explique cómo funciona la montaña rusa. 

Hay una sobrecarga de exposición demasiado grande, pero no solo en términos del diálogo sino también de la selección de imágenes (diversos animales usados como analogía del proceso evolutivo). Esto nos lleva a razonar cómo deberíamos sentirnos en vez de simplemente hacérnoslo sentir.

Y ahora, una pausa de esta crítica para una charla de media
hora sobre tipos de rocas volcánicas.
El shock del descubrimiento de nuevas habilidades es tal que Lucy parece hacer a un lado sus emociones y motivaciones porque las considera innecesarias y un lastre. Es difícil simpatizar con ella cuando ella no se comporta como una humana y no se siente motivada por nada que podamos entender. No la mueve la venganza y el deseo de supervivencia está apenas presente. Lo que la mueve es obtener más información para poder transmitirla, pero para los propósitos de la historia eso no significa nada porque no es información que la audiencia comprenda o que la audiencia sienta que es necesario saber.

Me cuesta creer en el recurso de la "droga mágica de la omnipotencia" o que no haya otros como Lucy. No tenemos absolutamente ninguna razón para creer que ella es más capaz que cualquier otra persona de sobrevivir una dosis letal de la droga, ni hace demasiada falta mostrarnos cómo era Lucy antes del evento, porque su cambio de personalidad es tan rápido, repentino y extremo que la personalidad misma parece un adorno que no afecta demasiado a la historia. En realidad, Lucy me hubiera gustado mucho más si ella fuera la antagonista

Nuestro villano, listo para enfrentarse a la heroína endiosada
armado con... una pistola
Parece ser que la narración, en términos de las explicaciones, se apoya mucho en el facilismo de "porque es ciencia" para hacer avanzar la historia. La película termina con Lucy diciendo "La vida se nos dio hace mil millones de años. Ahora saben qué hacer con ella", y yo me siento obligado a decir que no, no sabemos nada. Somos testigos de una historia de la que no somos parte, de la cual se nos transmitieron algunos datos pero no se nos expuso un mensaje cohesionante detrás de ella.

Lucy es una película que suena complicada pero tiene una estructura simplista. El problema real radica en que es tan ajena a cualquier experiencia o emoción humana que es casi imposible establecer una conexión o pensar que salió del corazón de una persona. ¿Quieren ver una hora y media de Scarlett usando telekinesis y haciendo trucos con efectos especiales? Esta es su película ¿Quieren ver una película sobre una persona? Lo lamento, no la van a pasar muy bien.



Me gusta poner una cita al final, pero no encuentro nada emocionalmente fuerte.

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