viernes, 10 de octubre de 2014

La actitud del artista

Me imagino que poca gente tiene la sensibilidad artística que tiene John Carney. Realmente hay que revolver entre todo el océano de riesgos económicos calculados para encontrar una perla llena de corazón, fragilidad, optimismo que, de alguna manera, logre seguir siendo interesante.

Begin Again cuenta la historia de Dan Mulligan (Mark Ruffalo), uno de los dueños de una discográfica importante que acaba de perder su trabajo tras una serie de malas rachas, y de Gretta (Keira Knightley), una cantautora amateur que acaba de cortar con su novio Dave (Adam Levine), quien está envuelto en un agujero negro de creciente fama y éxito musical.

Dan y Gretta se conocen mientras se encuentran en sus puntos más bajos y establecen una conexión después de que ella canta a regañadientes una canción en un bar. Dan tiene una visión y empuja a Gretta a que le permita producir un disco con ella. El único problema es que ninguno de ellos tiene plata. Armados con nada más que buenos contactos y equipo barato, se deciden a grabar un disco que exprese su necesidad de crear algo que se sienta real y su amor por la ciudad que los rodea.

La película hace unos interesantes saltos en el tiempo, mostrando primero eventos importantes y después cómo es que los personajes llegaron a ellos. Empieza con la primera canción de Gretta y después nos explica las respectivas historias de los protagonistas: Dan está separado, aunque se encuentran rasgos de amor a su ex-mujer (Catherine Keener), es alcohólico, no tiene la cercanía que querría con su hija y tiene una idea tan clara de cómo suena la verdadera música que se muestra apático frente a aquello en lo que la industria se transformó.

Gretta es una chica que no tiene mucha confianza en sí misma y cree más en el poder de una canción acústica en un bar de mala muerte que en una canción sobreproducida en un estadio. Para ella, la música tiene que decir algo y si esta pierde su sentido, entonces no vale la pena escucharse.

Y uno, y dos y... esperemos a que se vaya la sirena... y tres.
Begin Again tiene un aire extremadamente optimista; desde el momento en el que Gretta y Dan se conocen, su camino va en ascendencia progresivamente y las dificultades se vuelven más externas que internas. La dedicación a un proyecto riesgoso y extraño pero divertido y satisfactorio va ordenando sus pensamientos y los lleva a tomar las decisiones correctas en sus vidas. La dificultad intrínseca de grabar un disco sin plata los lleva a plantearse qué es importante para ellos y por qué importa.

Hay una ida y vuelta entre el romance, la admiración, la oportunidad y el deseo ¿Es cursi? Por supuesto, pero no es tedioso. Es una representación clara de esos momentos reales en lo que la vida nos exige que seamos cursis, como en una declaración de amor o en una explicación de por qué seguimos en el camino en el que estamos cuando todo indica que deberíamos dejarnos llevar por el desánimo. Si se lo piensa, la respuesta a una pregunta como "¿Por qué gastás tanto tiempo en eso?", no puede ser otra cosa que cursi.

Alquilo novia únicamente para recrear la escena de estos dos
escuchando música por la ciudad. Dejar CV.
La música es impecable. El elenco está muy bien elegido: Mark Ruffalo está un una muy buena racha cinematográfica y no soy un gran fanático de Keira Knightley pero tengo que admitir que siempre elige buenos papeles. Adam Levine no se muestra como un antagonista típico, sino como una persona que está igual de perdido que Gretta pero no tiene bien en claro qué es lo que quiere comunicar (no es accidental el hecho de que su personaje no escribe sus propias canciones).

Tensión... incómodo...
Está muy bien logrado el paralelismo entre arte hecho por amor al arte y arte hecho por amor a uno mismo. Sin ir al ultrareconocido lugar común de "mainstream vs nicho", habla acerca de la actitud propicia para el arte. De cómo uno debe amar lo que hace lo suficiente como para reír haciéndolo, aunque no tenga un rédito y de cómo toda esa emocionalidad puede perderse entre los excesivos filtros de la producción masiva o mecánica. El personaje de Gretta se acerca a la música con tanta alegría que constantemente nos recuerda, sin decirlo, lo que es amar algo

Quienes hayan visto la otra obra maestra de Carney, Once (véanla por favor, si no lo hicieron), van a notar rasgos en común: Dos aficionados a la música se conocen, uno de ellos motiva al otro a hacer su arte público y se ayudan mutuamente a tomar control de sus vidas. Incluso está presente la temática del poder que la música tiene para unir a dos personas que nada tienen que ver a un nivel profundo y espiritual.

Así me río yo cuando escribo estas críticas. Debo verme como un boludo.
Begin Again es una película para enamorados, pero no necesariamente en el sentido convencional. Para enamorados del arte, de la música, del cine, de los libros, de todo aquello que esté cargado de emoción y de deseo de compartir. Definitivamente no es una película para cínicos, porque los que busquen irrealidades en ella, las van a encontrar. Es una película para perderse en el envión eléctrico de la inspiración y en la actitud jovial y lúdica del proceso creativo.

Es una profunda carta de amor al arte, crudo, bruto y recién extraído del alma, que tan sencillo como es, une a toda la gente que se siente fraccionada en sus vidas.



Dave: I just wanted to turn it into a hit.
Gretta: Why?

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