viernes, 24 de enero de 2014

Familia Peligrosa: Violencia Simpática

Con tanto Lobo de Wall Street y Gran Escándalo Americano dando vueltas por ahí, da gusto de vez en cuando ver una película más pasatista. No se me ocurre un mejor ejemplo de una película simple  que la última del francés Luc Besson, Malavita.

Malavita cuenta la historia de los Manzoni, una familia de cuatro italo-americanos criados en el ambiente de la mafia que deben esconderse en Normandía debido a un acontecimiento pasado que los llevó a acudir a un programa de protección al testigo. Sin embargo, esta familia tan acostumbrada a resolver sus problemas con violencia, pronto descubre que actuar con normalidad es algo que está fuera de su experiencia.

Esta familia peligrosa está encabezada por Giovanni Manzoni (Robert De Niro), quien ahora debe adoptar el nombre de Fred Blake, hacerse pasar por escritor y solucionar un simple problema de plomería sin recurrir a métodos de tortura.. Su esposa, Maggie (Michelle Pfeiffer), busca desesperadamente ser comprendida por la situación en la que se encuentra, pero sin la menor intención de cambiar sus modos violentos. La hija, Belle (Dianna Agron), está buscando el amor de su vida mientras deja atrás su pasado de psicópata y el hijo, Warren (John D'Leo), lidia con la complicada estructura social de su nueva escuela mientras establece su propia red de contactos. Todo esto mientras están siendo vigilados y protegidos por el agente de la FBI Robert Stansfield (Tommy Lee Jones).


La manera como está armada esta película genera simpatía gracias a los coloridos personajes y una trama simple y poco pretenciosa. Los cuatro personajes principales son verdaderamente unidimensionales, sólo se definen por su status como mafiosos/sociópatas, pero ese aspecto es suficientemente amplio como para mantener la historia andando.

Hay cuatro historias muy lineales que resultan interesantes no tanto por lo que presentan sino por cómo lo presentan. Son historias que sólo sirven para caracterizar a los personajes, pero están envueltas en una historia mayor (el pasado de la familia que los forzó a buscar la protección del FBI) que está cargada de misterio gracias a cómo está presentada. A lo largo de la película se van introduciendo pequeños bocados que van formando el contexto.

Pese a esa linealidad y a un epílogo muy corto, la película está muy bien armada y mezcla humor, drama y suspenso de una manera que no nos vuela la cabeza, pero entretiene. De a ratos parece presentar una serie de conflictos que suenan algo superficiales, como la típica grosería norteamericana vs el refinamiento francés o el "criminales buenos vs criminales malos", pero, a decir verdad, la película no necesita más profundidad que esa y la posición moral de los personajes está bien explicada. Son psicópatas...con códigos, razón por la cual sólo afectan a quienes los afectan a ellos.


La idea que subyace detrás de Malavita es que uno no puede escapar de su naturaleza, o mejor dicho, siempre se van a encontrar razones para volver a las raíces. Estos personajes son personas que buscan aceptación, pero no pueden obtenerla dada su naturaleza violenta y dado que las personas normales no pueden dejar de lado que, por más buenos que sean, siguen siendo psicópatas. Nuestros protagonistas pueden resentir eso, pero logran defenderse una vez que se entienden como lo que son verdaderamente.


No es una película para Oscars ni para ser recordada en la historia, pero no está mal. Un guión adecuado y ordenado y definitivamente no se queda atrás con las actuaciones. Cumple con lo que se propone, que no es un objetivo muy alto. Simpática pero no esperen demasiado.

PUNTUACIÓN: 7/10



Warren: You're a maniac.
Belle: Thank you!

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