
The Ladykillers, o El Quinteto de la Muerte, es una comedia negra inglesa de 1955, dirigida por Alexander Mackendrick y protagonizada por Alec Guiness, Katie Johnson y Peter Sellers. Cuenta la historia de cinco ladrones que, tras cometer un robo, se hospedan en la casa de una inocente anciana, haciendose pasar por músicos.
La particularidad es que con facilidad los seis personajes están extremadamente bien caracterizados. Guiness interpreta al Profesor Marcus, el cerebro de la operación, cuya apariencia misma parece salida de una novela de Mary Shelley y quien mantiene la calma hasta el mismo final, incluso cuando todo el plan parece caer por su propio peso. Lo acompañan el Mayor Claude Courtney (Cecil Parker), un tramposo con poca espina; "One-Round" Lawson (Danny Green), el grandote sensible; Harry Robinson (Peter Sellers), el gracioso del grupo; y Louis Harvey (Herbert Lom), el sádico gangster.
El humor parece provenir de dos elementos. En primer lugar, la exageración de los personajes, desde la estupidez de Lawson hasta el inquebrantable sentido de la honestidad de la Sra. Wilberforce (Katie Johnson), la ancianita que, casi sin quererlo, arruina los planes al sólo tratar de hacer lo correcto. En segundo lugar, la torpeza, la justificación y la rapidez de las muertes que ocurren en escena. No hay que olvidar que el humor de esta película es bien negro y eso es sorprendente tratándose de una película de 1955.
La historia es sencilla y los cambios de locación son mínimos, pero realmente la comedia florece en el absurdo. Una de esas joyas eternas del humor británico.